martes, 9 de noviembre de 2010

AMARGO MAR

Los entretelones políticos de la Guerra del Pacífico (1879) desde un punto de vista antagónico a la versión oficial de los acontecimientos históricos.
Un personaje de ficción, el Ing. Manuel Dávalos y su enamorada una rabona tarijeña conocida como 'La Vidita', son los testigos conductores de este relato de intrigas y mezquindades desplegadas por los presuntos héroes de aquella historia, escrita hasta ahora por quienes perdieron en realidad la guerra por el territorio costero del país, pero ganaron el poder.
De retorno de un viaje de exploración al litoral, Dávalos, alerta al presidente Hilarión Daza sobre los peligros inminentes que se ciernen sobre la zona fronteriza con Chile, ambicionada tanto por capitales chilenos y británicos. Al estallar el conflicto Daza, a quien la versión tradicional presenta como el gran culpable intenta movilizarse. Sin embargo, tropieza con zancadillas armadas por el potentado minero Aniceto Arce y por el Cdte. de la estratégicamente decisiva Quinta División, Gral. Narciso Campero, a quienes en realidad les preocupa ante todo proteger las propiedades de Arce, mientras conspiran para derrocar a Daza, lo que ocurrirá en acuerdo a algunos otros oficiales incrustados en el estado mayor del Cdte. en Jefe.

martes, 24 de agosto de 2010

♥ EL NUEVO MUNDO ♥

A principios del siglo XVII Norteamérica era muy parecida a lo que había sido cinco mil años atrás: una enorme tierra salvaje poblada por una complicada red de culturas tribales. Aunque estos pueblos viven en armonía con su entorno, las relaciones entre ellos son más difíciles. Y una intromisión desde fuera es lo único que hace falta para romper el equilibrio. En un día primaveral de abril de 1607, tres pequeños barcos con 103 hombres a bordo entran en este mundo procedentes de su tierra inimaginablemente lejana, el reino de Inglaterra, a cinco mil kilómetros al este. En nombre de su patrocinador, la Virginia Company, buscan introducir su cultura, religión y economía en la costa de lo que consideran el nuevo mundo. El buque insignia de la pequeña flotilla se llama Susan Constant. Encadenado bajo cubierta se encuentra un rebelde de veintisiete años llamado John Smith (Colin Farrell), condenado a la horca por insubordinación. Veterano de numerosas guerras europeas, Smith es un buscador de fortuna... aunque la fortuna a menudo le ha dado la espalda. Aún así, es enormemente popular y tiene demasiado talento como para que su propia gente le cuelgue y por este motivo le libera el capitán Christopher Newport (Christopher Plummer) poco después de fondear. Lo que no saben Newport ni su grupo de colonos es que han ido a dar a los dominios de un desarrollado imperio cuyo rey es el poderoso jefe Powhatan (August Schellenberg). Desde el principio los ingleses –extraños en una tierra desconocida– no pueden, y en algunos casos no quieren, valerse por sí mismos. Smith va en busca de ayuda de la tribu local y conoce a una joven, terca e impetuosa, cuya familia le ha puesto el apodo cariñoso de Pocahontas, que significa "juguetona", y que es además la favorita de Powhatan. En poco tiempo surgirá un vínculo tan fuerte entre Smith y Pocahontas (Q’Orianka Kilcher) que trasciende la amistad e incluso el romance y que se convertirá en la base de una de las leyendas americanas más duraderas.


En el año 1607 la London Virginia Company inglesa fleta tres barcos con el objetivo de buscar tesoros en los nuevos territorios de América. Allí, a orillas del río James fundaran la ciudad de Jamestown. El capitán John Smith organiza una expedición en busca de comida a través del río Chickahominy. Sin embargo, la expedición es atacada por los indios powhatan, que acaban con todos, salvo el propio John Smith, que es conducido prisionero a la aldea, en la que conocerá a la hija del jefe, Pocahontas. Pocahontas (cuyo nombre no se menciona) convence a su padre que Smith es un hombre de buenas intenciones y que le deje vivir. De paso esta princesa india se enamora perdidamente del cautivo, quien es dejado en libre tránsito en el poblado y aprende de los indios y sus costumbres. Smith promete solo quedarse hasta la primavera. Tras una larga estancia en el poblado, regresará a Jamestown, al regresar se encuentra con su verdadera realidad y constraste de espíritu entre los hombres del nuevo mundo y los suyos. El invierno es fatal para los ingleses y estos comienzan a morirse de hambre, cuando la situación es angustiosa, los powathan liderados por la princesa india los salva de morir de inanición al traerles alimentos, Pocahontas busca además ver a su amado, pero este lemenciona que no debe confiarse de él. Pocahontas no entiende el mensaje. Llega la primavera y los powhatan se dan cuenta que los ingleses no tiene la menor intención de irse. Mientras tanto Pocahontas es expulsada de su propia aldea y busca a su amado John Smith, pero este es enviado a Terranova y se le da por muerto, Pocahontas sufre la desdicha y queda huérfana en la aldea donde una mujer la cuida y la trata con consideraciones, un pionero recién llegado (Christian Bale) se enamora de ella y se casa con John Rolfe. Pocahontas escucha que Smith vive y está en Inglaterra, acepta el ofrecimiento de su esposo de irse a vivir allá con la remota esperanza de ver a Smith.
Viajará a Inglaterra y será presentada en la Corte, donde es bien recibida de acuerdo a su linaje, pero en ese país volverá a encontrarse con John Smith quien termina por desencantarla. Sigue su vida junto a su esposo, pero pronto contrae las enfermedades del hombre blanco y muere dejando un hijo. Smith desaparece para siempre.


El Nuevo Mundo es una película de gran belleza fotográfica y escénica 2005, que representa el desembarco de los ingleses y posterior fundación de Jamestown (Virginia), es una versión de la historia de John Smith reversionando así —de una forma más realista— la película de dibujos animados Pocahontas, de Walt Disney. El guión está entrelazado con las escenas fotográficas y fuerza al espectador a seguir la trama.
Dirigida por Terrence Malick, sus protagonistas son Colin Farrell, como el Capitán John Smith, y Q'Orianka Kilcher, como Pocahontas.
TIWANACU


En Bolivia, a unos 70 kilómetros de La Paz, hay unas ruinas llamadas Tiwanaku. Ruinas que atestiguan que ya en el altiplano andino existía orden entre los humanos antes de la clásica Grecia. Culturas que sólo se pueden comparar con las de la Mesopotamia olvidada.

Tiwanaku fue una ciudad, es posible que fuese capital, de una civilización que surgió en el valle Pampa Koani, al sur del lago Titicaca, en la presente Bolivia. Se estima que esta ciudad ya existía cinco siglos antes de Cristo y perduró por más de 1500 años.
Realmente se sabe muy poco de esta civilización y de esta ciudad. En parte porque aun falta mucho por encontrar y reconstruir para poder tener una idea completa. Y en parte porque hasta hace poco todo lo que se encontraba era destruido.


Esta civilización, llamada la de Tiwanaku, tuvo su éxito gracias a sus extensos campos de cultivo. Se estima que su agricultura era capaz de abastecer la población actual de Bolivia. También eran buenos guerreros y llegaron a conquistar todas las otras culturas alrededor del lago y gran parte del altiplano. Mantuvieron comercio con otras regiones, llegando hasta las costas de Chile y las zonas tropicales de la cuenca amazónica.


Esta civilización abandonó sus ciudades y templos en el siglo XII, según la conclusión de los expertos en estos estudios. Existen teorías de terremotos (sin base científica), ataques de otras culturas (¿cuál?), y secas (¿y qué del lago y las montañas nevadas?). Es posible que Tiwanaku haya sido víctima de una de estas desgracias, o es muy posible que haya sido una revolución interna. Todo lo que se toma es un habla bonito que diga que lo existente no es bueno. Cuantas veces hemos oído las promesas de justicia e igualdad, sólo para terminar la gente en la guillotina o el paredón. Y a la historia después se le olvida el cuento.




Par de siglos más tarde surgieron los Incas, con su sede en Cusco. Poco después llegaron los europeos y ahí fue donde todo lo que estaba a la vista en Tiwanaku desapareció. Todo lo que no era de la religión de los evangelizadores era pagano y por tanto fue destruido. Las piedras sirvieron de paredes para las nuevas casas y las iglesias. Por último lo que quedó se dinamitó para ser usado como grava en la línea del ferrocarril.

Sin embargo tal parece que la tierra sabe lo que hace porque gracias al destrozo Tiwanaku ya no es más que una sombra de lo una vez fue. Una sombra que ahuyenta al que sólo quiere mirar y atrae al que de veras quiere apreciar. Sea su viaje científico, turístico, o espiritual, allí encontrará la paz para reflexionar.





En realidad Tiwanacu no son ruinas de piedras para el turismo. Es un templo vivo y como tal nosotros respetamos. Allí se congregan cientos, tal vez miles, de personas los días que la comunidad estima sagrados. El Año Nuevo de la cultura aymará, predominante en esa región, se celebra el 21 de junio. Ese día los rayos del amanecer penetran por la puerta del templo Kalasasaya e iluminan al impresionante Monolito de Ponce. Ese amanecer todo creyente está en Tiwanaku, al menos en alma sino es en cuerpo.

Tras el Monolito de Ponce, hay otro en otra sección del templo, vimos unos altares de piedra. Nos dijeron que en ellos se hacen las debidas reverencias de acuerdo a la ceremonia que se esté efectuando. Los peregrinos traen ofrendas de flores y hierbas santas.

Desde La Paz puede tomar un tour hasta Tiwanaku. Si su visita es simplemente académica en un día puede hacer todo el recorrido. Si es de creencias, le recomendamos que se quede en el pueblo de Tiahuanaco una o dos noches. Existen otros lugares cercanos que también puede visitar.

Viscachani

El hombre llegó a los andes durante la era cuaternaria, convivió con los grandes animales del periodo, como el tigre de dientes de sable y otros. Algunos de estos animales se transformaron pero la mayoría no sobrevivieron tal el caso del caballo. La población debido a la corriente migratoria de cazadores procedente del norte, invadió los Andes huyendo de las rigurosas condiciones climáticas de la última glaciación. Los nuevos migrantes se asentaron definitivamente desarrollando una cultura incipiente. A este período pre cerámico y pre agrícola corresponde la industria lítica de Viscachani, que se adjudican una antigüedad de varios milenios. De Viscachani se hallaron piezas similares a las hojas de laurel que les sirvieron para la caza y se usaron adheridas a lanzas arrojadizas. En esta etapa ulterior estos pueblos cazadores convivieron con la fauna post-glaciar, desarrollaron una cultura incipiente relacionada con la arquitectura rupestre. A los pueblos cazadores les siguieron los pescadores que usaron embarcaciones de totora, cuya herencia quedan en el lago Titicaca y en las costas del Pacífico, en Huanchaco Perú. Sus descendientes son los Urus. Si consideramos el entorno físico de la región altiplánica situada entre la Cordillera Occidental y la Cordillera Oriental, tenemos la cuenca lacustre cuya historia está ligada a la fluctuante climatología de la zona. Según el informe de Ostrom hacia el año 10.000 antes de nuestra era el nivel del algo estaba 5 mts. más alto que el nivel actual, de manera que su extensión era mayor a la que conocemos. En el sur existía un gran lago, llamado Tauca, el cual cubría el territorio que ahora ocupan los salares de Uyuni y Coipasa y los lagos Poopo y Uru-Uru con una extensión de 43.000 kilómetros cuadrados. A partir del año 8.500 antes de nuestra era empiezan a decrecer las lluvias produciéndose una gran sequía hacia el año 5.00 a.c. Es entonces que el lago Tauca se seca y el lago Titicaca disminuye su volumen y extensión, quedando el lago menor o Wiñaymarca sin agua. Esto indica que culturas antiguas como la de Viscachani, quedaban muy cerca a las fuentes de agua. Es posible que los urus desciendan de pueblos similares a los de Viscachani, pueblos que estuvieron sujetos a una vida dependiente de la pesca y otros recursos que proporciona la cuenca lacustre, como la totora. A partir de la gran sequía las condiciones mejoraron y hacia el año 2.500 a.c. las condiciones hidrológicas fueron tan favorables que antes del año 1.000 a.c. aparecen las primeras culturas del formativo, como Wankarani y Chiripa y más tarde Pucara.